Bienvenidos, aquí estamos de nuevo con otro diario de aventura de nuestro grupo de juego. Continuamos la campaña con los mismos personajes:
Nyla (Cultista de Slaanesh, jugada por Carlos)
Willfred (Perista, jugado por mí)
Feshy (Batidor elfo, jugado por Javi)
Richard Falken desempeña el papel del Director de Juego.
THE AFTERMATH
Entre la anterior aventura y esta ha transcurrido aproximadamente una semana en términos de juego. En este tiempo han ocurrido un par de cosas relevantes:
Nyla nuestra adorada cultista regresó a la secta tras completar con éxito su misión en Averheim. El líder de la logia, enormemente satisfecho le hizo llegar sus sinceras felicitaciones. Como recompensa por sus esfuerzos a Nyla se le dio a elegir entre un misterioso "regalo" o pasar un rato "especial" en compañía de su maestro. Nyla escogió el regalo misterioso. Los eróticos resultados de esta elección están aun por revelarse...
En este tiempo Feshy ha estado desempleado, gastando su dinero y su tiempo en su taberna preferida, entre bebida barata y furcias de barrio. Esta situación podría cambiar en el futuro, pues nuestro amigo ha recibido una carta muy especial esta semana. Por supuesto, Feshy no sabe leer y tuvo que acudir a Willfred para poder enterarse del contenido de la misiva. La carta en sí no tiene desperdicio, así que aquí queda subida:
Es una oportunidad que Feshy no puede dejar escapar, probablemente en un sentido literal.
Es una oportunidad que Feshy no puede dejar escapar, probablemente en un sentido literal.
Willfred por su parte ha tenido una semana bastante normalita. Al llegar de Averheim informó a sus superiores sobre el ruinoso estado del crimen organizado en la capital y de la gran oportunidad que esto podría suponer para la organización. "Quizás deberíamos enviar a alguien de confianza" fue la única respuesta.
UNA NUEVA AVENTURA
Una vez más Nyla es llamada a realizar un encargo para su logia. En esta ocasión debe viajar hasta un pequeño pueblo de Averland para averiguar que ha sido de Brauder. Este personaje dirigía una pequeña célula de adoradores de Slanesh en el pueblo. Además era coleccionista de antigüedades y otros "objetos de interés" para la secta. El contacto con Brauder ha cesado de forma abrupta, y los superiores de Nyla quieren saber por qué. La asistencia de Feshy y Willfred, aún desconocedores de las lealtades de Nyla, será requerida de nuevo para solucionar este misterio.
Todo se complica una vez llegan a su destino: Brauder ha muerto y los protagonistas tendran que hacerse cargo de ciertos "asuntos pendientes" del difunto.
PALOS DE CIEGO
Nuestro primer paso fue visitar la casa de Brauder. Allí un guardia (al que nos presentamos como familiares del tío Brauny) nos informó del fallecimiento del coleccionista y de que la casa estaba cerrada al público hasta que el consejo decidiese que hacer con las pertenencias del cultista. Nos dirigimos entonces a la taberna para ver si podíamos obtener alguna información adicional sobre quién era y cómo murió nuestro amado tío. Fue en la taberna donde conocimos a una entrañable pareja que parecía tener relación con el fallecido. Se trataba de un elfo y un halfling que habían estado realizando encargos para Brauder. Su último encargo consistió en recuperar un libro por el cual aún no habían cobrado. Conocimos además a un simpático personaje que andaba tranquilamente bebiendo una cerveza guadaña en mano. No intercambiamos más de un par de palabras con él, pero parecía ser un seguidor de Morr en algún tipo de peregrinaje.
A estas alturas ya teníamos claro que tarde o temprano tendríamos que entrar en la casa de Brauder y averiguar qué había sido del misterioso libro. Quizás encontrásemos alguna información adicional sobre la muerte ya que no acabábamos de tragarnos eso de las "causas naturales". No obstante se planteaban dos problemas:
- La casa estaba sellada y no teníamos permiso para entrar a fisgar.
- Según nos habían informado el tío Brauny era un paranoico. Su casa estaba llena de trampas y peligros, entrar en ella sería poco menos que un suicidio.
Para ganar acceso a la casa optamos por presentarnos ante el consejo del pueblo como familiares del difunto dispuestos a cobrar la herencia. Sin embargo para hacer esto necesitabamos un par de testigos que dieran fe de nuestro parentesco con Brauder. Willfred envió una carta a un par de amigos en la ciudad para que acudieran hasta allí y se hicieran pasar por testigos. Esto sin embargo llevaría un par de días, por lo que continuamos investigando otras pistas.
Esto nos llevó hasta un circulo druídico situado en el bosque cercano a la ciudad. Sin embargo no conseguimos sacar ninguna información relevante del anciano druida que nos atendió. De vuelta a la ciudad un misterioso individuo nos salió al paso con una oferta. Consciente de nuestra verdadera identidad, quiere que el libro tras el que Brauder andaba le sea entregado a su organización. Tras un poco de regateo está dispuesto a pagar 3000 coronas por él: 2000 por adelantado, el resto en especia al acabar. Puesto que nuestras órdenes eran tan sólo las de investigar que había sido de Brauder decidimos vender el susodicho libro a estos tipos.
MANOS A LA OBRA
Ese mismo día conseguimos permiso para entrar en la casa de Brauder, así que nos pusimos a la búsqueda del libro. Este fue posiblemente uno de los momentos más tensos de la tarde. Toda puerta que abríamos, toda habitación en la que entrabamos, toda pieza de mobiliario con la que interactuábamos había sido diseñada para matarnos. Milagrosamente al final de nuestro breve tour por las habitaciones tan sólo Nyla había recibido daño al parar con los dientes un enorme candado lanzado con precisión hacia su cara. Brauder era una especie de coleccionista o historiador. En su casa encontramos una gran cantidad de antigüedades de valor y tres pequeños marcos con cerradura que tenían un cierto aire mágico. Ahora solo necesitábamos las llaves de estas puertas y el libro sería nuestro. Desgraciadamente, estas llaves parecían estar encadenadas al propio cuerpo de Brauder, quien ya había sido enterrado en los jardines de Morr.
Inicialmente pensamos que podríamos usar la ayuda del elfo y el halfling, por lo que pasamos un día entero en la taberna esperando por si alguno de los dos aparecía. Al llegar la segunda noche parecía obvio que nuestros amigos no iban a aparecer, asi que decidimos ir al cementerio esa misma madrugada. Obviamente los seguidores de Morr (incluido el tipo de la guadaña) no iban a tomarse muy bien lo de la profanación de tumbas, así que necesitábamos ser realmente sigilosos. Por suerte los dados se portaron bien con nuestro pequeño plan, y tras ejecutar limpia y silenciosamente a los dos guardias del cementerio pudimos llegar hasta el cuerpo de Brauder y abrir las pequeñas puertas. ¡Ta da! El libro ya era nuestro, pero no estábamos solos en el cementerio, alguien nos observaba desde las sombras. Resultaron ser el elfo y su compañero quienes nos habían seguido hasta el cementerio. Compramos su silencio pagando la deuda que Brauder tenía con ellos y abandonamos el lugar en silencio.
Justo a tiempo los contactos de Willfred llegaron al pueblo y llevaron a cabo la charada tal y como estaba planeado. Ahora eramos herederos de Brauder, calculamos que podríamos sacar un buen pellizco de las baratijas del cultista fallecido. Con el libro en nuestro poder y el asunto de la herencia concluido tan solo teníamos que prepararnos para el intercambio del libro con la misteriosa organización.
El sitio escogido fue una pequeña arboleda cerca del pueblo. Feshy y los dos compinches de Willfred se ocultaron entre los árboles, listos para emboscar a los representantes de la organización en caso de que pasase nada raro. Al rato apareció nuestro contacto, con el carro que supuestamente cargaba con las 1000 coronas en especia que nos habían prometido. Por supuesto, el carro estaba lleno de cultistas y ahí mismo tuvo lugar uno de los combates más estresantes que he jugado en WHJDR. Nyla y Willfred se enfrentaron cara a cara con un mago adorador de Nurgle cuyo horrendo aspecto le permitía causar miedo. Tres asaltos pasaron hasta que fueron capaces de tomar cualquier acción, mientras a su alrededor los dos ladrones y Feshy estaban enzarzados en combate con el resto de los cultistas.
Al final del combate tanto Nyla como Willfred salieron relativamente ilesos y tan solo uno de los dos ladrones murió en el intercambio. Feshy se paso ronda tras ronda disparando a los cultistas infligiendo casi 40 heridas (¡!) a lo largo del encuentro.
CONCLUSIÓN
Aunque quedaron varias preguntas por resolver cumplimos los objetivos principales de la misión. Descubrimos que le había ocurrido a Brauder y Nyla entregó el libro que el cultista había recuperado al líder de su secta. Además todos los bienes que recuperamos de la casa están ahora en poder de Willfred quien con ayuda del gremio los pondrá en circulación. Pese a todas las pegas, al menos podemos decir que hemos salido de esta aventura un poco más ricos. ¡Todo un Éxito!
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